¡DIOS HACE HABITAR EN FAMILIA A LOS DESAMPARADOS! Salmo 68:6a ~ Ministerio a La Familia Monoparental ~ ¡BIENVENID@S!
ORACIÓN 24x2: Atención ORADoras, Ya viene una mañana de ayuno en el mes de *ABRIL*

¡PREPÁRATE!

DIOS HACE HABITAR EN FAMILIA A LOS DESAMPARADOS. Salmo 68:6a

PALABRA Sabia

 

¡NO VOLVÍ A TENER SED!
Gina Zanuncini 

Me declaro culpable de haber estado atrapada en las falsas promesas del mundo. Llegué a creer que obtener la aprobación de mis padres, profesores, amigos y hasta de las personas que no conocía me iba a hacer feliz. Y no fue algo imaginario, realmente obtener la aprobación de los demás sí me hacía sentir bien, me daba la seguridad de que estaba actuando «correctamente», al menos lo suficiente como para ganarme varias sonrisas, cumplidos y aplausos. Sin embargo, llegó un momento en el que solamente escuchar un “bien hecho” no fue suficiente. Simplemente me quedaba con el deseo y necesidad de que me siguieran hablando, me siguieran llenando de cumplidos (aunque a veces ni yo me los creía).
Para muchos, sentirse bien requiere de mucho más que un simple halago. La búsqueda de paz, seguridad y amor  se convierte en una espiral que pareciera no tener salida. Porque así como yo, encuentran soluciones rápidas y fáciles que el mundo ofrece, y que al principio parecen cumplir su promesa de satisfacer nuestras necesidades. ¿Quieres olvidar tus problemas? El alcohol seguro te puede ayudar con eso. ¿Quieres sentir paz y tranquilidad? Alarmantemente el uso de marihuana ha incrementado (sobre todo en jóvenes), porque promete despejar tu mente de lo que te molesta. ¿Quieres sentirte amado? No hay nada mejor que estar en una relación con un persona que busca lo mismo que tú y está dispuesto a hacer cualquier cosa por obtenerlo.  Incluso las redes sociales se han convertido en una distracción para dejar a un lado lo que nos inquieta. Definitivamente podría continuar con la lista de distintas opciones que se nos presentan día a día para sentirnos «bien» .Todas tan diferentes y al mismo tiempo tan iguales.
El problema con cada una de esas soluciones es que son temporales y superficiales. Así como para mi un día los cumplidos ya no fueron suficientes, todo lo demás llegará a quedarse corto para cumplir cada falsa promesa.
En Juan 4 se encuentra una de mis historias favoritas de la Biblia, el encuentro de Jesús con la mujer samaritana. (Aunque no entraré en detalles de la historia, es necesario saber que este no es un encuentro común ni normal, es todo lo contrario. Es uno de esos momentos donde Jesús nos demuestra que seguirlo a Él es salirse del molde y dar la milla extra). Él estaba en Samaria sentado junto a un pozo cuando apareció una mujer que quería sacar agua. Posiblemente ella había llegado al mediodía porque era la hora cuando menos probabilidad había de encontrarse con alguien más. Su vida no había sido la mejor, ella también se había creído algunas falsas promesas y había estado buscando satisfacer los deseos de su corazón en los brazos equivocados. Entonces Jesús comienza a hablarle y le dice que lo que Él tiene para ofrecerle es mucho mejor de lo que ella podría darle. La mujer no lo entendía, posiblemente esta no era su idea de un momento ni lugar idóneo para socializar y lo único que quería era sacar el agua e irse rápido. Pero Jesús siempre tiene los mejores planes. Ella quería llenar su cántaro, Jesús quería llenar su vida. Y entonces ocurre la conversación en la que quiero que nos enfoquemos. Luego de que ella le pregunta si Él es superior a Jacob y le pregunta cómo sacará esa «agua de vida» que Él promete, Él le responde diciendo:
—Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—, pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.
Sí, Jesús lo tenía claro. «Todo el que beba de esta agua…volverá a tener sed.» Todo el que busque las soluciones de este mundo sabrá que en algún punto volverá a necesitarlas, porque nunca serán suficientes. Eso es lo que hacen las falsas promesas, satisfacen por un momento y luego te hacen querer más y más, hasta que ya no te puedes controlar y lo que antes te parecía exagerado se convierte en insuficiente. Yo siempre tenía sed de más cumplidos, ni uno solo pudo llenar ese vacío en mi corazón. Con el tiempo aprendí que estaba tratando de pelear en contra de mi propia inseguridad, pero definitivamente de la forma incorrecta. La aprobación se convirtió en una necesidad que buscaba satisfacer a diario, pero nunca era suficiente. Y aún si tuviera a alguien las 24 horas del día y los siete días de la semana llenándome de halagos, jamás sería suficiente.
Lo que iba a quitarle la sed a la mujer no era el agua del pozo, era el agua de Jesús. Él era el verdadero pozo en ese lugar, lleno de agua de vida eterna. Ese día ella conoció a Cristo y nunca volvió a ser la misma, porque es imposible tener un encuentro con Jesús y seguir siendo igual. Por eso yo pude ser libre de mi necesidad de aprobación cuando conocí a Jesucristo, porque Él se convirtió en mi aprobación. Él se convirtió en mi seguridad, paz y fuente de amor. Sólo Cristo tiene el poder para ser suficiente. Él y solo Él. Yo tampoco volví a ser la misma, porque luego de beber del agua de vida eterna…no volví a tener sed.
Y la Palabra continúa diciendo que no solo jamás volveremos a tener sed, sino que dentro de nosotros el agua se convierte en un manantial. El agua fluye y no se detiene, porque “ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí… ”(Gálatas 2:20) Se siente un poco extraño darse cuenta de que ya no deseamos lo que antes queríamos, ya no necesitamos aquello de lo que éramos dependientes, porque la idea de poder transformar completamente nuestras vidas parece demasiado irreal si no conocemos al Único que la puede transformar. Es extraño, pero es lo mejor que nos puede pasar. Como dice 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” Es la verdadera libertad. Y así como a la mujer samaritana, estoy segura de que cuando nos pasa luego no nos podemos callar de lo que Él ha hecho en nosotros. Que las soluciones del mundo no sean suficientes para satisfacer nuestro corazón es solo un recordatorio más de que esta no es nuestra casa. 
porque la idea de poder transformar completamente nuestras vidas parece demasiado irreal si no conocemos al Único que la puede transformar. Es extraño, pero es lo mejor que nos puede pasar. Como dice 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” Es la verdadera libertad. Y así como a la mujer samaritana, estoy segura de que cuando nos pasa luego no nos podemos callar de lo que Él ha hecho en nosotros. Que las soluciones del mundo no sean suficientes para satisfacer nuestro corazón es solo un recordatorio más de que esta no es nuestra casa.
Fuente: http://www.evangelioverdadero.com/no-volvi-a-tener-sed/


ME ESTÁS HABLANDO, ¿A MÍ?
Daniel Zangaro
No eran buenos tiempos para Israel, la Biblia dice que empobrecían por causa de Madián su enemigo, y cada vez que estaban a punto de cosechar, venían los madianitas y se llevaban todo el fruto, no dejando que comer en Israel.
Una situación preocupante, triste y decepcionante a la vez, porque no se veía salida posible, solo decidirse a enfrentar al enemigo de una vez por todas.
Y para esto, Dios tenía en su mira a un hombre, que a sus ojos era "varón esforzado y valiente" pero en realidad, estaba haciendo cuevas para esconder el trigo, para al menos, tener algo que comer.
Algo llamativo de esta historia, radica en la gran diferencia entre como Gedeón se veía a sí mismo y como lo veía Dios. El ya veía, un valiente, un líder, un guerrero que llevaría al pueblo de Israel a liberarlo de la opresión de los Madianitas.
Sin embargo el concepto que Gedeón tenía de sí mismo era muy pobre: 15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.
Se sentía muy pequeño, tal vez incapaz o débil para semejante misión, si recordamos otros pasajes bíblicos por ejemplo, hubo razonamientos parecidos en la vida de Moisés.
Es como que Gedeón le estuviera diciendo a Dios, te equivocaste de persona, ¿no sabes quién soy? Y tal vez a los ojos del mundo, el tuviera la mirada correcta, pero a los ojos de Dios era un esforzado y valiente conquistador.
Cuantas veces, tenemos situaciones parecidas en nuestra vida, nos sentimos incapaces, pequeños, que hay otros más preparados o mejores. O al igual que Gedeón, recordamos nuestra familia, o nuestra historia personal, tal vez con carencias y llegamos a la conclusión… no realmente yo no puedo, tendemos a justificarnos al igual que Gedeón, disculpándonos tratando de que otro lo haga o tome la responsabilidad.
Pero fíjate que le responde Jehová: 16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.
Como diciendo, Gedeón de que te preocupas, si no va a ser en tus fuerzas sino en las mías, y como Jehová estaba con él, finalmente pudo vencer.
Si pudiéramos comprender y creer este concepto tan simple para nuestras vidas, yo creo que dejaríamos de vernos con tantas limitaciones y comenzaríamos a confiar en que Dios usa gente común para resultados extraordinarios.
Te invito a que hoy, hagas un pequeño ejercicio, el de verte como El te ve. Porque no es en tus fuerzas o capacidades, sino en las de Él, no temas y cree que en El podrás hacer proezas.
Fuente: https://www.bible.com/es


¿QUÉ HACES DEMÁS?
Shirley Chambi.

“Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.” Lucas 17:10
Según la palabra de Dios, un siervo inútil es aquel que hace lo que debería hacer, es decir, solamente lo que se le ha mandado y le correspondía hacer, pero entonces, ¿cómo seremos siervos útiles delante de Dios? El siervo útil, es aquel que hace más de lo que se le ordeno, es decir, si tiene que limpiar su cuarto, limpiara también el patio.
En una ocasión una amiga se acercó para contarme algo, ella había tenido problemas con su vecina un día antes, y al día siguiente cuando la vio, su vecina se mostraba indiferente, al punto que cuando ella le saludo no recibió respuesta de su parte, la pregunta ahora era esta: ¿debo seguir saludándola? porque ya no quiero hacerlo…
¿QUÉ HACES DEMÁS? Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Tal vez en algún momento te has encontrado con el mismo problema, pero Jesús dice: ¿Qué haces demás? Acaso los pecadores, los que no conocen a Dios, los que no son cristianos e incluso los que profesan mentiras ¿no hacen lo mismo? ¿En qué te diferencias del resto? ¿Cómo demuestras a las personas que eres hijo de Dios y eres siervo útil?
Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; Mateo 5:39-44
Hoy quiero decirte, no seas parte del montón! Si te hieren en una mejilla, dale también la otra, si te quitan tu almuerzo, dale también tu cena, si te obligan a trabajar, haz el doble del trabajo. No esperes recibir algo a cambio, eso también hace el resto, tienes que amar, bendecir, hacerle bien e incluso orar por aquellos que te han hecho daño.
Porque tú no eres inútil, ¡eres diferente!


VUÉLVALO A INTENTAR
Brisna Bustamante S.
“Bienaventurados los misericordiosos, 
porque alcanzarán misericordia.”
- Mateo 5:7
Cuenta la historia que un maestro oriental vio cómo un alacrán se estaba ahogando y decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez y otra vez el alacrán lo picó.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo: “Perdone maestro, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua el alacrán lo picará?”. El maestro respondió: “La naturaleza del alacrán es picar, el no va a cambiar su naturaleza y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar y servir”. Y entonces ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.
La reacción del alacrán puede parecerse a la de muchas personas que en algún momento quisimos ayudar pero no nos permitieron hacerlo, o intentamos compartirles del amor de Dios y no quisieron escuchar. Tal vez muchos tuvieron la actitud del maestro oriental, y siguieron intentando hasta lograr su objetivo, pero otros posiblemente nos dimos por vencidos y no lo volvimos a intentar.
Hoy es el día perfecto para volver a retomar ese desafió y con el favor de Dios, ayudar a esa persona que tanto lo necesita, que tal vez se encuentra enferma, que no puede dejar algún tipo de adicción o se encuentra sin ganas de vivir, y darle a conocer a ese Dios Todopoderoso que tenemos, el cual es el único que puede salvarla, restaurar y transformar su vida.
No permitamos jamás que la conducta de otras personas condicione la nuestra.



EL ÁRBOL DE LOS PROBLEMAS
"Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré" Salmo 91.2
El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y luego su antiguo camión se negó a arrancar.
Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia.
Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación.
Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños  hijos y le dio un beso a su esposa.
Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le  pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.
“Oh, ese es mi árbol de problemas”, contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.

Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior…
Mateo 6:34
Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.
Mateo 6:25
Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa?
Mateo 6:27
¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida?
Lucas 10:41
Respondiendo el Señor, le dijo: Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas;
Fuente: www.bibliatodo.com


SOLO DIOS PUEDE HACERLO
Brisna Bustamante S.

En aquel tiempo Herodes Agripa gobernaba a los judíos y maltrataba a algunos miembros de la iglesia. Mandó a matar a Santiago y apresar a Pedro, dio la orden para que lo encerraran hasta que pasara la fiesta de la Pascua y que cuatro grupos de soldados vigilaran la cárcel. Mientras Pedro estaba en la cárcel, los miembros de la iglesia oraban a Dios por él en todo momento.
Una noche antes de que Herodes presentara a Pedro ante el pueblo, el se encontraba durmiendo en medio de dos soldados y atado con dos cadenas. Afuera, los demás soldados seguían vigilando la entrada de la cárcel, cuando de repente, un ángel de Dios se le apareció y una luz brilló en ese lugar. El ángel tocó a Pedro para despertarlo, y le dijo: “Levántate, date prisa”. En ese momento las cadenas se cayeron de sus manos y el ángel le ordenó: “Ponte el cinturón y ajústate las sandalias”. Pedro obedeció. Luego el ángel le dijo: “Cúbrete con tu manto, y sígueme”. Pedro lo siguió, sin saber si todo eso realmente estaba sucediendo, o si era sólo un sueño. Pasaron frente a los soldados y, cuando llegaron a la salida principal, el gran portón de hierro se abrió solo. Caminaron juntos por una calle y, de pronto, el ángel desapareció.
Pedro recién ese momento entendió lo que le había pasado y dijo: “Esto es verdad. Dios envió a un ángel para librarme de todo lo malo que Herodes Agripa y los judíos querían hacerme”.
Al amanecer, hubo un gran alboroto entre los soldados porque ninguno sabía lo que había pasado, pero todos se preguntaban: “¿Dónde está Pedro?”. El rey ordenó a sus soldados que lo buscaran, pero ellos no pudieron encontrarlo. Entonces Herodes les echó la culpa y los mandó a matar.
Este es otro hermoso milagro que Dios hizo para que las personas de ese tiempo y nosotros entendamos que no hay nada imposible para Él, lo que humanamente es imposible para nosotros, es posible para Dios.
Quizás en estos momentos te identifiques con Pedro, porque tal vez te encuentras sin saber qué hacer, y aunque no estés físicamente en una cárcel, no encuentras una salida o una solución favorable a la situación que estás atravesando. Déjame decirte que solo Dios puede hacer un milagro en tu vida y sacarte de ese lugar o circunstancia. Persevera en oración, clama a tu Dios y confía en Él, porque nadie más puede darte la libertad, la paz y el gozo, que tanto anhelas y necesitas.
Dios es sobrenatural y actuará como tal, haciendo cosas que ni siquiera tú esperas o imaginas porque su amor es incondicional.

  
ATRÉVETE A CREER
 Brisna Bustamante S.

La biblia cuenta que junto al camino de Jaricó se encontraba Bartimeo, un hombre que era ciego, el cual había oído que Jesús estaba cerca y empezó a gritar: “¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!”.
“¡Cállate!”, muchos le gritaban, pero su grito era aún más fuerte: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!”.
Cuando Jesús lo oyó, se detuvo y dijo: “Díganle que se acerque”. Así que lo llamaron y le dijeron: “Anímate, ¡Vamos, que El te llama!”.
Bartimeo echó a un lado su abrigo, se levantó de un salto y se acercó a Jesús.
-¿Qué quieres que haga por ti? -preguntó Jesús. Mi Señor -dijo el-, ¡quiero ver!
Y Jesús le dijo: -Puedes irte, pues tu fe te ha sanado. Al instante el hombre pudo ver y siguió a Jesús por el camino.
Esta historia nos deja dos enseñanzas muy importantes:
Persistir hasta obtener lo que anhelamos. Bartimeo gritó hasta que Jesús lo escuchará, a pesar de que la multitud lo abucheó, el no desistió, más al contrario, empezó a gritar más fuerte.
Pedir algo específico. Bartimeo le dijo a Jesús que quería ver.
Muchos de nosotros nos hemos acostumbrado a tener las cosas en ese momento y a menudo nos cansamos muy rápido de pedirle algo a Dios, cuando él no contesta de inmediato nuestras oraciones y simplemente no insistimos, cuando deberíamos hacer todo lo contrario, perseverar en oración hasta que nuestra petición sea respondida.
Otro aspecto que debemos considerar, es que muchos de nosotros no somos específicos en nuestras peticiones o somos indecisos. Lo primero que debemos hacer, es tener claros nuestros objetivos y metas en la vida y lo que realmente queremos tener y alcanzar con el favor de Dios y de acuerdo a su voluntad.
Tengamos siempre presente que solo nos limita lo que podamos creer.


Señor, yo quiero ser una regadera
JUAN SAUCE MARÍN 

Una regadera es un objeto inútil, prescindible, a no ser que sea utilizado para el propósito para el cual se fabricó. La regadera solo sirve cuando el jardinero la toma, la acerca debajo del grifo, permite que se llene de agua, la lleva a donde están las plantas y la inclina mojándolas con el líquido que hay en su interior. No es ella el agua: es llenada de agua.
No es ella quien riega las plantas: es el jardinero. No es ella quien proporciona el crecimiento: son el agua, el sol y los nutrientes de la tierra lo que la planta necesita. Así te pido que me llenes de tu agua viva, el Espíritu Santo, que me pongas debajo de tu grifo, me lleves a donde deba estar, y que me humilles (inclines) para bendecir a otros y colaborar en su crecimiento. Ananías (Hechos 9:10-18) era una regadera. No se le conoce como apóstol ni anciano, ni siquiera como diácono; era un simple discípulo. No se dice que predicó a miles como Pedro, ni que cientos se le convirtieron; solo uno (¡y qué uno!). Aparece y desaparece; cumple su papel y luego no volvemos a saber más de él. Era una regadera. En mi jardín hay una manguera. Su función es la misma: es estar conectada a la corriente de agua y ser usada para dar de beber a las plantas. Es más llamativa, más vistosa; si yo busco la manguera para utilizarla, siempre sé dónde encontrarla. No es así con la regadera. Es un objeto tan vulgar que a veces no sé dónde la he dejado. Si alguien visita mi casa, nadie se da cuenta de que está allí. Así quiero ser. Puede que no riegue a miles de plantas al mismo tiempo, puede ser que mi capacidad de almacenar agua no sea tan grande como la de otros. Pero si soy lleno de agua por el Jardinero y cumplo con mi misión, me siento satisfecho. En el momento de escribir esto, no soy ni pastor, ni diácono, ni anciano, ni líder de jóvenes, ni miembro del grupo de alabanza, ni profesor de Escuela Dominical. Pero no necesito ningún reconocimiento ni ninguna posición para bendecir a otros. Lo que quiero es ser usado por mi Señor. En una sociedad en que resulta fácil sentirse insignificante debido a la fama de predicadores cuyas iglesias cuentan miles de miembros y artistas cristianos que tienen millones de seguidores en facebook, me gusta recordar la analogía de la regadera. No importa el término: serrucho en manos del carpintero, bisturí en manos del médico, fango en manos del alfarero… vasos de barro que contienen un gran tesoro (2 Corintios 4:7). Un cantante escribió: “quiero ser cantimplora en el desierto”. A mí me gusta la ilustración de la regadera. Señor, quiero ser una regadera. Juan Sauce Marín – Dibujante – España







EL CARÁCTER DE LA MUJER DE DIOS
La raíz más profunda del carácter de una mujer es la confianza en Dios.
Desde este punto comenzaremos a definir el carácter de la mujer cristiana, desde su confianza en Dios, 1 Pedro 3:5:
“Así se adornaban en tiempos antiguos las santas mujeres que esperaban en Dios, cada una sumisa a su esposo”.
Una mujer cristiana no pone su esperanza en su esposo o en conseguir uno. Una mujer cristiana no pone su confianza en su apariencia. Esto es lo que expresa este texto. Recuerdo mi versículo preferido sobre la mujer de Proverbios 31:25:
“Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir”. 
Me encanta ese versículo. “No me importa lo que venga a mí, lo enfrento con gozo como mujer”. Ella no tambalea, no se escapa, ella no es ingenua acerca de lo que viene, ella sabe lo que vendrá, pero se ríe porque como aquellas mujeres santas confían en un Dios soberano que prometió ayudarla cuando ella lo necesite. Esa es la raíz de su carácter.
Una mujer en Cristo conoce su Biblia. Conoce la teología de un Dios soberano que hace promesas y conoce sus promesas de estar con ella sin importar lo que pase. Y de esta manera se erige como un árbol de raíz profunda y sólida de confianza en Dios.


Esta confianza en Dios produce valentía, 1 Pedro 3:6:
“De la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza”.
Lo cual se obtiene de la plena confianza en Dios. Hay muchas cosas en el mundo que nos producen temor: temor en las relaciones, temor por los hijos, temor por la salud, temor por el futuro. Y Pedro dice: “Ustedes son hijas de Sara si no le temen a nada”, porque Uds. son mujeres santas que confían en Dios, quien es soberano sobre todas las cosas que causan temor y pueden descansar en Él sin temor.
Las mujeres cristianas maduras no son ingenuas sobre el porvenir. Ellas leyeron lo que resta del libro. 1 Pedro 3:4
“¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen, ni se dejen asustar.»”
Ella sabe que vendrá el sufrimiento, 1 Pedro 4:19:
“Así pues, los que sufren según la voluntad de Dios, entréguense a su fiel Creador y sigan practicando el bien”.
La raíz sólida y profunda del carácter de la mujer cristiana es la confianza en Dios, que crece como un árbol, llena de valentía y coraje para enfrentar el sufrimiento.



Te presentamos una audio reflexión con un mensaje fresco y de bendición para tu vida. En esta ocasión con el titulo: “Simplemente Cree”. 

Créditos:Escrito y narrado por Enrique Monterroza.

NO DEJES DE CREER
Creer, esperar, tener fe, son palabras que se dicen simples y con mucha facilidad, pero cuesta mucho cuando se pasa por momentos realmente difíciles, cuando todo lo vemos desde la perspectiva más complicada y dolorosa, y es que muchos decimos que creemos pero cuando se nos presenta una situación difícil nos damos cuenta que la medida de fe que decíamos tener, es mucho menor de lo que creíamos.
Tal vez cansado de tanto esperar has dejado de creer, ha pasado tanto tiempo que hoy piensas que ya no vale la pena seguir esperando algo que no sabes si llegará, y por momentos puedes pensar que tu tiempo de espera está llegando a su límite, pero déjame decirte algo que sé que has escuchado o leído antes: DIOS TIENE EL CONTROL DE TODO, no hay nada que se le escape, ni siquiera el más mínimo detalle, aunque ahora no lo estés viendo Él está haciendo su parte, está obrando, pero no puedes dejar de hacer la tuya, y esa es NO DEJAR DE CREER.
A veces estamos tan cerca de lograr llegar al fin de nuestra situación, pero como ya ha pasado tanto tiempo y tantas cosas, nos sentimos cansados de creer, nos desesperamos y creemos todo lo que nuestros pensamientos nos dicen, escuchamos las opiniones de los demás, vemos lo que le ha sucedido a otras personas en nuestra misma situación o simplemente vemos que las cosas no mejoran y terminamos por creer todo menos lo más importante, LO QUE DIOS ESTA HACIENDO.
No dudes más, olvídate de todo lo que has escuchado o visto que sucede con personas en tu situación porque tú no eres como los demás, el hecho de que alguien más vivió una situación como la tuya y no terminó bien no quiere decir que te sucederá lo mismo y te ira igual o peor, si tú crees que Dios puede hacer algo nuevo y diferente contigo, ¡adelante! Que nada te detenga, que tu fe no dependa de lo que ves, sino de lo que sabes que Dios hará en tu vida.
A veces es tan fácil creer las cosas negativas que acaban con tu confianza, porque en las dificultades y en la tristeza somos presa fácil de ellas, pero Dios siempre estará presente para que también sepas que nunca va dejarte, que si ha pasado tiempo es porque aún está trabajando en tu petición, a pesar que hoy sientes cansancio, desánimo o has estado a punto de dejar de creer, Dios todavía tiene algo que mostrarte, y el momento perfecto para entregártelo en tus manos.
Déjate sorprender por Dios, deja que siga actuando, no detengas su obra con dudas o inseguridades, porque él nunca va a fallarte, por más que hoy parezca que no sucede nada, puedes estar seguro que nunca ha dejado de ver por ti, camina con tus ojos puestos en su promesa y no te detengas, no dejes de creer.
Fuente: Maite Leija

EFECTOS DE LA MENTIRA
La verdad nos hace libres y la mentira nos convierte en esclavos, porque perdemos la percepción positiva y enaltecedora del que no tiene nada que ocultar ni de que ocultarse. Así como la verdad es una sola y representa eventos, sentimientos, situaciones ciertas y nacidas de la espontaneidad, la mentira tiene mil facetas, puede utilizar muchas caras y nace de sentimientos que no responden a la realidad de los hechos.
Al mentir, como se distorsiona o niega a plena conciencia la realidad, el ser interno que es la casa del espíritu, siente que esto es contrario a su propia esencia divina, e independiente de su actitud y apariencia externa, en su fuero más íntimo se siente culpable.
La culpabilidad perturba la espiritualidad, alimentando un sentimiento angustioso que se manifiesta en la inquietud de enfrentar o tener que lidiar con los eventos o hechos que son verdaderos y por tanto de una fuerza arrolladora.
La angustia al no sentirse conforme consigo mismo, no obstante que no es percibida en el exterior del individuo, tiene el grave problema que no se puede desterrar porque vive dentro de la persona misma, sin que exista otra solución que no sea la de corregir y… decir la verdad.
Para enmendar se requiere integridad y nobleza, pero como el que miente carece de esas virtudes, los sentimientos negativos internos, tocan su intelectualidad y terminan creándole estados neuróticos productores de estrés que, al final, afectan su salud integral.
La mentira es una violencia contra nuestra propia esencia y sagrada individualidad, porque involucra no actuar como nos corresponde… como deberíamos ser. Al mentir promovemos que nuestros hermanos nos juzguen y de tal manera transgredan el mandamiento de no juzgar.
La mentira voluntaria y a conciencia, distorsionando o enmascarando la realidad de los hechos, al engañar a los demás, nos engañamos a nosotros mismos y eso nos obstaculiza ser felices.
Los efectos de mentir suelen ser graves y acumulativos, especialmente para nosotros mismos al generar estados neuróticos de diversa índole.
En ese mundo interno, donde no podemos engañarnos, sentimos que somos menos nosotros mismos, traicionando principios fundamentales para el buen vivir.
El no poder mirar frente a frente a quienes mentimos, el estar siempre acomodando las actuaciones a la escena preparada de la mentira, nos hace sentirnos incapaces de afrontar la realidad y eso afecta gravemente nuestra autoestima.
La mentira juega en nuestra contra. Es factor perturbador de la necesaria salud mental y física, pero además logra que los demás pierdan su consideración, fe y confianza en nosotros.
La mentira es enfermedad soportable, pero es una patología que al producir efectos nocivos a los demás, también nos daña integralmente, por lo cual es anti-natural promoverla, porque no fuimos diseñados para la enfermedad sino para la salud, cual es una condición indispensable para ser… felices.
La mentira es contraria al amor, porque Dios es amor y verdad; como consecuencia, al mentir se transgrede esa fuerza intangible que une a la humanidad representada por el AMOR DE DIOS.


FRENTE A LA MANIPULACIÓN DE
LA VERDAD...

¿ES BÍBLICO ''DECRETAR''?
Seamos como los cristianos de Berea...
"Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así."
Hechos 17:11 

http://youtu.be/3MbLd2sNNt4




ENSEÑANZA:
Para poder entender que es una mujer sabia y cual son sus características sobresalientes, debemos escudriñar un poco el verso que tenemos delante. Vayamos por partes.
¿Qué es sabiduría?
La Biblia nos dice que el principio de la sabiduría es el temor a Jehová.
Salmo 111:10 (Proverbios 1:7) 
El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su alabanza permanece para siempre.
Proverbios 9:10  
El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, y el conocimiento del Santo es inteligencia.
Desde el comienzo vemos que una mujer sabia sobre todas las cosas es una mujer que “teme al Señor” y “conoce a Dios”. Esta es nuestra primera característica y debemos aclararla porque existe una sabiduría que no proviene de Dios sino que es carnal, mundana y diabólica. Cuando Eva estaba en el huerto, ella vio que el árbol prohibido era “bueno para adquirir sabiduría”. Pero esa sabiduría es una sabiduría que produce ‘necedad’ porque es producto de la desobediencia. Al contrario la sabiduría que proviene de Dios se hace manifiesta en lo que hemos leído “practican sus mandamientos”.
Temor a Dios: La mujer sabia es una “mujer creyente”. No existe sabiduría aparte del temor de Dios. Por eso para poder llenar los requisitos de ser “sabia” la mujer debe comenzar por tener una relación con Dios. Eso es lo que dice la Biblia. La Biblia también nos dice que en los incrédulos (los no creyentes) no hay temor de Dios (Romanos 1).
Vivimos en tiempos donde muchas personas rinden culto a Dios de labios, pero su corazón está lejos del temor de Dios. De labios profesan “temor” pero con sus acciones y a veces con los mismo labios que profesan temor a Dios, demuestran que en verdad tal temor no existe en ellos.
Es muy interesante que la “mujer que edifica su casa” es la que es “sabia”. No dice “educada”, tampoco dice “profesional”, tampoco dice “bella”, de buen porte ni atractiva. Cosas que nosotros consideramos importantes. Lo que la Biblia nos dice es que esta mujer es una mujer temerosa de Dios. Leemos en Proverbios 31
Proverbios 31:30
Engañosa es la gracia y vana la belleza, pero la mujer que teme al SEÑOR, ésa será alabada.
La descripción que nos da es que la belleza es vana (porque se acaba) mientras que el temor a Dios hace una mujer bella para siempre. “PERO que bueno cuando un hombre encuentra una mujer de bella apariencia externa y también temerosa de Dios”. 


¿Qué es Necedad?

La necedad por supuesto es lo contrario a la sabiduría. La necedad comienza por la falta de Dios en la vida y la falta del propio “temor” a su presencia. Sin Dios no puede haber ‘sabiduría’ y todo lo que se hace sin Dios es necedad. La única manera de dejar de ser “necios” es buscando a Dios en todo tiempo. La Biblia nos dice
Proverbios 9:6
Abandonad la necedad y viviréis, y andad por el camino del entendimiento.
La necedad se hace patente en la conducta, en las obras de las manos y en las palabras.
  • La mujer Necia
Existen en la Biblia algunos casos de mujeres que actuaron con necedad destruyendo así sus casas y sus hogares. Dos historias vienen a la mente. Tenemos particularmente el caso de Jezabel, la mujer de Acab que siendo de influencia negativa a su esposo logró que este se apartara de Dios y terminara su vida con una muerte vergonzosa siendo su sangre lamida por los perros. Jezabel incitó a Acab para que quitara la viña a Nabot y terminó matándole porque el no quiso venderla. Dios pagó su maldad haciendo que los perros lamieran su sangre en el mismo lugar donde murió Nabot. Jezabel también tuvo un fin similar. Los perros comieron sus carnes hasta dejar solamente los huesos. El fin del necio es muerte y destrucción.
Otra mujer “necia” en la Biblia fue Dalila. Es interesante que ante los paganos esta mujer era una que tenía gran “sabiduría” pero en realidad era una mujer necia. Ella estuvo casada con uno de los jueces mas grandes que tuvo el pueblo de Israel. Un hombre lleno del Espíritu de Dios levantado para defender su pueblo, sin embargo, esta mujer procuró la destrucción de Sansón. Le engañó, logrando que sus ojos fuesen sacados y así murió Sansón, ciego. La historia pudo haber sido otra pero la necedad de Dalila la ha dejado en la historia como una mujer mala que traicionó a su marido.
  • La Mujer Sabia
La mejor manera para conocer “una mujer sabia” es por medio de ‘sus acciones, . Por la obra de sus manos, y por las palabras de sus labios. Así que si hay alguien que esté buscando una mujer sabia para casarse, debe comenzar a “observar su comportamiento”, “ver lo que hace” y “evaluar lo que dice”. La Biblia nos dice que “de la abundancia del corazón habla la boca”. Y aunque existen muchos con el arte de ‘engañar’, pronto se sabrá quién es la verdadera mujer sabia y cual no la es.
PERO Que bueno es hallar “una mujer sabia”. La Biblia parece indicarnos que no son muy fáciles de encontrar. En Proverbios 31:10 se hace la interrogante “Mujer Virtuosa, ¿quién la hallará?” Pero afortunadamente muchos hemos hallados mujeres virtuosas, mujeres verdaderamente sabias y llenas del temor de Dios. Es cierto que “vana es la hermosura”, “PERO que bueno cuando un hombre encuentra una mujer de bella apariencia externa y también temerosa de Dios”. La Biblia tiene varias mujeres como esa – bellas por dentro y por fuera!
Nuestro texto nos dice que la mujer sabia hace algo “edifica su casa”. Es una mujer ‘constructora’. Es una mujer que está envuelta en hacer algo, no está ociosa sino que está activa de manera positiva edificando “su casa”. Este verso nos habla de una mujer que sabe lo que tiene y se dedica a ello. Ella está enfocada en “SU” casa y no en la casa de la vecina. Está envuelta en los asuntos de SU hogar y no entremetida en la vida de otros. El propósito de ella es “obrar sabiamente” para edificar SU casa. Esta mujer sabe cual es su llamado y su compromiso principal – su casa.
  • ¿Cuál casa?
Cuando se habla de ‘casa’ en la Biblia no se refiere mayormente al edificio sino a los habitantes que moran allí. La mujer sabia por lo tanto, está envuelta en “edificar” su familia. Esto incluye sus hijos y su esposo. La mujer sabia es de influencia positiva en la vida de sus hijos y la vida de su marido. Muchas mujeres no han llegado a comprender cuan importante es esta tarea de “edificar su casa”.
La influencia de una mujer sabia puede hacer la diferencia entre un hogar destruido, unos hijos mal criados, perdidos y alejados del temor de Dios y unos hijos llenos de temor de Dios, obedientes, sumisos, amables y buenos ciudadanos.
La influencia de una mujer sabia puede hacer la diferencia en su marido. La mujer sabia ayuda, respalda y coopera con su esposo respetándola como su cabeza y cubriendo sus faltas con su amor. Alguien dijo que “detrás de cada hombre exitoso hay una mujer sabia”. La mujer sabia sabe dar el lugar a su esposo y a sus hijos. 
           
  • La historia de Abigail

No se cuantos se habrán dado cuenta que muchas veces hay mujeres sabias casadas con hombres necios. El caso de Abigail fue uno de esos y es importante para nosotros en este día porque aunque el Esposo de Abigail fue un hombre necio, ella siguió siendo una “mujer sabia”.
1 Samuel 25:1
Murió Samuel, y se reunió todo Israel y lo lloraron, y lo sepultaron en su casa en Ramá. Después David se levantó y descendió al desierto de Parán. Y había un hombre en Maón que tenía sus bienes en Carmel; el hombre era muy rico y tenía tres mil ovejas y mil cabras; y estaba en Carmel trasquilando sus ovejas. El hombre se llamaba Nabal, y su mujer se llamaba Abigail. Y la mujer era inteligente y de hermosa apariencia,
Esta mujer supo ser fiel a su marido a pesar de la necedad que había en el. Se nos dice de Nabal, el esposo de Abigail que: “…pero el hombre era áspero y malo en sus tratos, y era calebita.”
Abigail dio la cara sabiamente para proteger la vida de su esposo Nabal y toda su casa. Esa era una mujer muy sabia y muy valiente:
1 Samuel 25:32
Entonces David dijo a Abigail: Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que te envió hoy a encontrarme, bendito sea tu razonamiento, y bendita seas tú, que me has impedido hoy derramar sangre y vengarme por mi propia mano.
  •  La Vida de Sara
Otra mujer sabia que quiero utilizar como ejemplo es uno que la misma Biblia utiliza como ejemplo para las mujeres. Esa mujer es Sara. La Biblia nos dice que las mujeres deben tomar ejemplo de esta gran mujer:
1 Pedro 3:1
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres al observar vuestra conducta casta y respetuosa. Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios. Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor, y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor.

No hay comentarios.:

¡GRACIAS por visitarnos!... Esperamos nos sigas frecuentando. Recuerda esta es tu casa.

FRASES CÉLEBRES

''LA GRACIA NO ES PERMISO
PARA PECAR, SINO PODER
PARA DECIR 'NO' AL PECADO."
P. Juan Manuel Vaz

CONTÁCTANOS

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *