¿QUÉ ME ENSEÑA LA BIBLIA?
Sólo quien es el fundamento puede hablar con autoridad y contundencia sobre el tema de la paz y decir:
Buenos días: Aquí comparto con todos los lectores la enseñanza devocional acerca de la palabra fundamento.
La inquietud llegó en momentos que en mi País, Colombia, se daba lugar la firma del final de la guerra de más de 50 años entre Gobierno y las FARC. La palabra nombrada miles de veces por espacio de tres a cuatro años fue la Paz y al escucharla tres pensamientos bíblicos llegaron a mi mente:
1- ''hablaron de paz, cuando en realidad no había paz", registra el profeta Ezequiel,
2- A su vez el salmista proclamó:"¡Paz, paz!” ¡Pero no hay paz!" y
3- El pensamiento Paulino, en sus cartas, registra: " vivan en paz. Y el Dios de la paz y del amor estará con ustedes"
Lo que descubrí durante la transmisión por televisión, me conmocionó. Por un lado, cuando hablaban de paz apuntaban a 'dejación de armas', fin de conflicto, impunidad, bienvenidos a la democracia, entre otros. Por otro lado, las cámaras de los medios de comunicación que cubrían el acontecimiento jamás mostraron a Dios entre los presentes, en vano me esforcé por encontrarlo entre los oradores que participaron como garantes, total ausencia de su presencia, muchos invitados pero Él no estaba allí. Entonces supe que esto no sería duradero.
¿Por qué razón?
La lectura que el mundo hace del término paz dista mucho de lo que la Biblia me enseña y esto tiene que ver con aquello que la 'fundamenta'. Para el mundo la paz se asienta en la comodidad que cada uno debe tener, en relaciones que no perturben la tranquilidad, en la adquisición y acumulación de bienes materiales que alimenta un Yo insaciable que cada vez quiere más y más. No ocurre así con lo que el discurso bíblico orienta. La paz ha sido creada, tiene vida, respira, está presente, tiene poder, es sabiduría, es una persona, JESUCRISTO, quien a su vez habita en personas que le han dado la oportunidad de irrumpir en sus vidas, a quienes les ha dado solidez, les ha servido de base y de apoyo, los ha llamado a continuar su misión, la extensión de su reino.
"La paz os dejo, mi paz os doy;
yo no os la doy como el mundo la da.
No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo."
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